Maridajes de otoño: vinos para disfrutar la temporada

Por: Laura Conde, periodista
Con el otoño llegan los días más cortos, las temperaturas más frescas y una despensa que se transforma. Dejamos atrás los productos frescos y coloridos del verano para dar la bienvenida a hortalizas dulces como la calabaza y el boniato, a las irresistibles setas de temporada, a las castañas y a las carnes de caza, que comienzan a asomarse en las cartas de los restaurantes. Es tiempo de guisos que se cocinan a fuego lento, de cremas calientes, de asados que llenan la casa de aroma y de ensaladas templadas que nos recuerdan que la mesa de otoño puede ser tan vibrante como la de verano.

Y, por supuesto, es tiempo de descorchar una buena botella. El vino es el gran aliado de la cocina otoñal, capaz de elevar cualquier receta y de convertir una comida sencilla en un momento especial. Aquí van algunas sugerencias para maridar los sabores de esta estación con algunos de los vinos más emblemáticos de Familia Torres.
Carrot cake
El pastel de zanahoria, tan otoñal como reconfortante, es perfecto para acompañar una merienda de tarde de lluvia. Su combinación de especias y su cobertura cremosa encuentran en Floralis, nuestro Moscatel Oro, su compañero ideal gracias a su dulzor equilibrado y notas de miel y flores.
Para una opción menos dulce, Waltraud Riesling aporta frescura y acidez para limpiar el paladar y realzar la complejidad de este postre. Este vino del Penedès, creado en honor a Waltraud Maczassek, esposa de Miguel A. Torres, es perfecto para acompañar cualquier plato con calabaza, desde cremas a recetas al horno.
Castañas
No hay otoño sin el aroma de las castañas asadas en la calle. Este sabor cálidos se realzan con tintos de carácter como Malpastor, un tempranillo intenso, aterciopelado y con notas especiadas. Otra buena opción para abrir una botella ante una bandeja de castañas es Clos Ancestral Tinto. Este vino del Penedès, expresivo y con personalidad, acompaña de maravilla el carácter terroso de las castañas.

Carnes de caza
Ciervo, faisán, jabalí o perdiz, la caza es uno de los grandes lujos gastronómicos del otoño. Son carnes intensas, con notas salvajes, que piden vinos a la altura. Mas La Plana, el icónico Cabernet Sauvignon de Familia Torres, es un clásico: potente, elegante y con la estructura suficiente para equilibrar los sabores profundos de la caza. Por su parte, Salmos aporta toda la potencia de los grandes tintos de la DOQ Priorat, perfectos para resaltar la intensidad de las carnes de caza y, en este caso, aportar notas especiadas y minerales.

Setas de temporada
Níscalos, trompetas de la muerte, boletus... pocas cosas simbolizan mejor el otoño que una buena cazuela de setas. Para maridarlas, Purgatori, un Costers del Segre elaborado con Cariñena, Garnacha y Syrah, es un vino otoñal por excelencia. Con aromas de fruta madura, notas especiadas, toques balsámicos y un fondo mineral, en boca resulta potente, con taninos bien integrados y un final largo y elegante. Su paso por barrica de roble francés le aporta unos matices que subrayan el umami de las setas, desde salteados sencillos hasta arroces más elaborados.

Platos con trufa
La trufa es la reina del otoño y exige un vino a su altura. Si se trata de un plato delicado, como unos huevos poché o una pasta fresca con trufa blanca, es ideal un blanco elegante como Milmanda, un Chardonnay monovarietal que refleja como pocos el carácter único de la Conca de Barberà. Para platos con trufa negra o recetas más contundentes, Perpetual, un Priorat de viñas viejas que llega a la mesa tras 18 meses en barrica, acompaña y redondea el sabor único de esta delicatessen otoñal tan codiciada.

Pero si queremos darnos un homenaje, nada mejor que abrir una botella de Reserva Real para acompañar una plato con trufa negra, ya sean huevos, patatas o unos simples espaguetis. Este exclusivo vino, una de las joyas de Familia Torres y uno de los grandes tintos de España, es profundo y refinado, con notas de fruta negra, especias dulces, cedro, cacao y un ligero toque mineral. En boca es sedoso y largo, potente y delicado al mismo tiempo: como las buenas trufas.
Escudella, cocido y guisos
En los días fríos, nada como un plato de cuchara. Celeste Crianza nos traslada al corazón de la Ribera del Duero para acompañar esos guisos de larga cocción, potajes o cocidos, gracias a su calidez y estructura. También Gran Coronas, un Cavernet Sauvignon del Penedès con crianza en barricas de roble, es ideal para platos grasos, ya que su acidez y taninos ayudan a equilibrar cada bocado.

Ensaladas templadas de otoño
Con verduras asadas, boniato, calabaza, setas salteadas o legumbres, las ensaladas de otoño son perfectas para abrir una comida. Pazo das Bruxas, un Albariño fresco y aromático, aporta viveza, mientras que Clos Ancestral Blanco, un Penedès que se elabora con la variedad prefiloxérica Forcada, ofrece una mayor complejidad ideal para acompañar sabores intensos. Este último también combina bien con algunos ingredientes otoñales difíciles de maridar, como las coles de Bruselas, ya que contribuye a suavizar su amargor y realzar su sabor.
