Yo quiero ser una copa de vino blanco...

Porque soy fresco, porque a los 8-12 grados mi irónica acidez queda disimulada y mis notas cítricas apetecen más que nunca... Seduzco por mi perfume, muéveme hasta que no puedas resistir probarme. Busca en tu diccionario experiencial: hallarás la respuesta. Es normal que por asimilación cromática te recuerde a flores, a frutas blancas y a sábanas limpias. Tómame y relájate. Pero no me simplifiques, no soy fácil. Descubre mis complejidades y atrévete a compartir conmigo mucho más que un aperitivo. Mis aromas no son solo primarios, tengo otros bouquets cuando estoy criado con las levaduras. Esas que me han convertido en vino y que después descansan junto a mí en la barrica para dar a los que besan mi copa más sensación de boca llena, de medio cuerpo. Soy un vino importante: depende como me madures te regalaré frutos secos, especiados, como el pan tostado.

Soy muy versátil: puedo acompañarte en tus entrantes, puedo casar maravillosamente con el pescado y con todo lo exquisito. Puedo ser lo que tu quieras mientras me tomes con consideración, degustando toda mi química natural. Te sorprenderé si me tomas con quesos, porque verás que resulto más interesante que un tinto. Y si me tomas dulce con un snack de foie te emocionará el contraste. Dicen que soy efímero pero no es verdad. Si me das madera aguanto mucho más que un par de añadas. Puedo ser ligero, pero también tener más de trece grados de alcohol, depende de las horas de insolación que convertirán mis componentes en azúcar para después fermentar en acero inoxidable. Mis colores van del limón al dorado, pasando por los reflejos que la oxidación va dejando asomar en mi ribete. Cuando más joven soy más verdoso, cuanto más tiempo pasa de mi vendimia me vuelvo oro viejo. Soy racial (sin mala uva) y te espero en cada sorbo para amar tus papilas gustativas, acariciarlas y despeinarlas. Te regalo un día entre abril y marzo para que te decidas a seducirme... ¿o seré yo quién te enamore?

Besos de xarel·lo, con un poco de sauvignon blanc.

Meritxell Falgueras