Familia Torres lanza la segunda edición de su Colección Privada, una extraordinaria selección de añadas antiguas de sus vinos más emblemáticos, formada por un número muy limitado de botellas con un envejecimiento mínimo de 10 años. Los vinos han sido seleccionados meticulosamente para mostrar la complejidad que solo los años de evolución en botella son capaces de infundir en los vinos, convirtiéndose en un testimonio excepcional del paso del tiempo y del legado vitivinícola más preciado de la bodega familiar.
Esta nueva edición de Familia Torres Colección Privada cuenta con cuatro de los vinos que han marcado la historia de la bodega: Mas La Plana, el cabernet sauvignon del Penedès cuya primera añada de 1970 venció en las Olimpiadas del Vino de París en 1979; Reserva Real, un vino de perfil bordelés procedente de un pequeño viñedo de suelos pizarrosos muy poco común en el Penedès; Milmanda, uno de los mejores chardonnay del país, nacido a los pies de la Sierra de Prades en la Conca de Barberà, y Grans Muralles, un cupaje de variedades autóctonas convertido en el primer exponente del proyecto de recuperación de variedades ancestrales iniciado en los años ochenta por Miguel A. Torres, actual presidente de la Familia Torres y miembro de la cuarta generación.
Las añadas que ahora se relanzan de estos vinos son cinco y van desde el 1995 al 2015, una de las grandes cosechas de la década. Mas La Plana 1995 es el más antiguo de la colección y muestra una extraordinaria complejidad fruto de sus años de crianza. Del vino insignia de la bodega del Penedès, están disponibles además las añadas 2000, 2005, 2010 y 2015. De Reserva Real y Milmanda se presentan las añadas 2010 y 2015, mientras que las de Grans Muralles son 2005 (en formato magnum) y también 2015.
Todos estos vinos son expresiones fieles del lugar del que proceden y destacan por su enorme potencial de envejecimiento, que ya se intuye con los vinos más jóvenes de la colección con 10 años de envejecimiento. Son vinos que han evolucionado majestuosamente con el tiempo, desarrollando un abanico de sabores y aromas que solo experimentan los vinos de larga crianza.
Para Mireia Torres, directora de Innovación y conocimiento de Familia Torres y miembro de la quinta generación: “Estos vinos son un testimonio vivo de nuestra búsqueda constante de la excelencia. Trabajamos con pasión y humildad, pero desde el inconformismo, intentando cada año mejorar todo lo que hacemos. Es parte de nuestra filosofía como empresa familiar y estos vinos complejos y excepcionales nos reafirman en nuestro compromiso”.
Autenticidad y elegancia
Familia Torres Colección Privada va dirigida a clientes privados, coleccionistas y restauradores de prestigio. Para certificar la autenticidad e integridad de estos vinos selectos, cada una de las añadas se presenta en un elegante estuche de madera de color oscuro, precintado con un sello de lacre y un cintillo donde se indica la fecha de relanzamiento. En su interior, se encuentra información sobre el vino y la añada. Las botellas conservan la etiqueta original y se preparan a mano, poniendo especial atención en cada detalle.
El riguroso proceso de selección por parte de la familia y del equipo técnico garantiza que solo las mejores añadas se incluyen en esta exclusiva colección y que todas las botellas han sido envejecidas y conservadas en la bodega privada de la familia en condiciones óptimas hasta el momento de su relanzamiento.
