El futuro de las variedades autóctonas

Cultivo de la vid y civilización humana van asociadas. Las técnicas de cultivo y la selección de variedades también. La domesticación de la vid por parte del hombre para su consumo directo y producción de vino siempre ha buscado obtener un fruto cada vez de mayor calidad. Y así continúa hasta nuestros días.

En España, como primer país en extensión de viñedo del mundo, la riqueza de las variedades de uvas autóctonas es un tema de suma importancia. El 90% de las uvas -de las más de un millón de hectáreas españolas- se utilizan para producir vino. Como parte de la viticultura europea, donde los conceptos de suelo, clima y territorio son predominantes, la importancia, defensa e investigación de las variedades autóctonas es primordial. Un diferenciador de calidad que no poseen todos los países productores.

En un mundo globalizado y competitivo donde cada vez resulta más complejo distinguirse, ¿no son acaso la variedades particulares de cada región uno de los mejores embajadores del territorio? Territorio en un sentido amplio de la palabra: cultura, paisaje, sociedad y patrimonio.

El patrimonio varietal debería ser una prioridad pero todo parece indicar que no es así. Una cuestión compleja si tenemos en cuenta algunos factores que lo dificultan. La legislación de muchas denominaciones de origen, la diferenciación entre variedades autorizadas y preferentes, la pérdida de superficie de viñedo, arranque de cepas viejas, dificultad su identificación por las numerosas sinonimias y homonimias, alto coste de las investigaciones, criterios exclusivamente comerciales, auge de uvas internacionales...

La marginalidad de las variedades minoritarias es obvia. Su desaparición supone también perder el patrimonio varietal español. El futuro de las variedades autóctonas es tan evidente que no ponerlas en valor es un error con consecuencias a largo plazo.

Un dato, aproximadamente solo unas 10 variedades ocupan el 80% de la superficie española de viñedo. Una evidencia de que el concepto tan manido de identidad y territorio está, cuanto menos, diluyéndose.

En España solo se pueden cultivar las variedades incluidas en el Registro de Variedades Comerciales, que a su vez las divide en una Lista Definitiva (86 variedades) y una Lista Provisional (129). Existe documentación sobre 116 variedades autóctonas cultivadas en las DO españolas, 19 extranjeras y 74 en peligro de extinción. En total, 235 variedades de uvas de mesa y vinificación.

Bien sea por iniciativas públicas o privadas, el estudio, investigación y apuesta por las variedades minoritarias y en vías de extinción es un lento trabajo de campo cuyos resultados no son a corto plazo.

Investigaciones recientes llevadas a cabo por Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria y la Colección de Vides de El Encín (Alcalá de Henares, Madrid) dirigida por Félix Cabello han catalogado más de 200 variedades nuevas. Los trabajos de identificación de uvas locales para la recuperación del patrimonio de las Estaciones Enológicas repartidas por toda España son imprescindibles para la recuperación y el futuro de la vitivinicultura española.

Pero no solo de las iniciativas públicas depende la defensa del legado varietal español. Investigaciones promovidas por empresas privadas también tienen y tendrán mucho que aportar en el futuro. Como ejemplo, la colección de variedades ancestrales de la familia Torres, quien lleva investigando y recuperando durante décadas variedades dentro y fuera de Cataluña. De hecho, ya han incorporado algunas de ellas en sus vinificaciones, como la Garró o Querol. Sin duda, un ejemplo loable por la apuesta de la identidad local y diferenciación global.

Qué refleja más la identidad local y única que lo autóctono, lo original y originario. Si la vid ha acompañado durante miles de años a la civilización, no conservar el patrimonio genético y varietal es un síntoma agudo de ceguera. No hay nada más universal que lo local y genuino.



Cristina Alcalà

Master en viticultura y enología, periodista especializada, catadora profesional.

www.cristinaalcala.com