VINO Y GASTRONOMÍA LATINOAMERICANA

El éxito de la cocina latinoamericana radica en un ‘totum revolutum’ cultural que arraiga en las civilizaciones precolombinas y expande sus sarmientos, a modo de influencias, apuntado a España, Italia, Centroeuropa, Japón y partes de la antigua África colonial portuguesa (principalmente en Brasil).

En términos genéricos, la gastronomía latinoamericana es sabrosa, colorista, rica y muy diversa. Una perfecta fusión entro lo ancestral, propio y lo heredado. Una cocina heterogénea que alberga y da cabida a un gran número de vinos que permiten cuadrar el círculo del placer, a mesa puesta.

El equilibrio entre las aportaciones de raíces indígenas y las foráneas define a los fogones de los países del continente. Chile, Perú y México encarnan el paradigma del concepto de ‘fusión’; mientras que en los países donde la huella nativa se muestra tímida y sutil, como sucede en Argentina y Uruguay, la influencia europea, en particular la española y la italiana, apuntala los fundamentos de sus recetarios.

La cocina argentina, como su gente, es abierta e invita a compartir. El sabor prima sobre la sofisticación. Trigo, poroto, judía seca, maíz, choclo, leche y carne de vacuno, conforman el universo autóctono de materia prima. La influencia española e italiana da fondo y forma a los platos.

El Asado argentino es casi una religión que busca en la profundidad de Celeste Reserva, el porte elegante y fondo de recia nobleza que equilibre la fuerza especiada de la carne.

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Celeste Reserva, un vino opulento con mucha fruta, cuerpo y color. Es el escogido para maridar con platos argentinos.

Celeste Reserva, un vino opulento con mucha fruta, cuerpo y color. Es el escogido para maridar con platos argentinos.

Uruguay comparte vecindad y amor por el gusto cárnico con Argentina. Chorizos, morcillas, pero también carne de cuadril, achuras o chinchulines orbitan sobre el recetario charrúa. Fuego, carne y Salmos.

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Salmos, un vino tinto elaborado con las variedades: garnacha, cariñena y syrah. Es el escogido para maridar con platos típicos de Uruguay.

Salmos, un vino tinto elaborado con las variedades: garnacha, cariñena y syrah. Es el escogido para maridar con platos típicos de Uruguay.

La versión uruguaya de la pizza es uno de esos placeres por descubrir. La fainá, elaborada con harina de garbanzos. Un rosado con cuerpo o un tinto de expresiva juventud le harán justicia.

Chile amalgama la tradición criolla, indígena y francesa para exhibir buena mesa. El ají (masa de maíz tierno molido) acompaña a platos de vacuno y cerdo.

También es en el mar, donde descubrimos la riqueza gastronómica del país. Vieras, lenguados, gambas, pulpos, camarones y langostas hacen de la costa chilena un vergel de materia prima para deleite de amantes del chardonnay de Sons de Prades.

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Milmanda, una compleja y armoniosa combinación de aromas, un vino elegante, noble y de gran linaje. También seria una excelente opción para maridar los platos de Chile.

Milmanda, una compleja y armoniosa combinación de aromas, un vino elegante, noble y de gran linaje. También seria una excelente opción para maridar los platos de Chile.

México y, particularmente, Perú, ocupan hoy su lugar en el Olimpo gastronómico. La perfecta simbiosis entre su herencia indígena y la influencia exterior. De lo criollo a lo nikkei (fusión entre cocina local y japonesa), del cebiche a la carne de llama, la cocina peruana es la originalidad pura en un plato.

Tacos mejicanos de pescado; cebiches peruanos y los diversos platos de corte e inspiración oriental claman por la esencia sensual y elegante del sauvignon blanc de Fransola.

Brasil encuentro en su herencia portuguesa, africana y germánica una suerte de ensalmo atávico que hace de lo ancestral base y cimiento para expresarse desde sus influencias. Hoy, la cocina brasileña subraya esta tendencia a la fusión.

Para muestra, el caldo amazónico con camarones del chef Alex Atala. Una caldereta de puro sabor que busca en los espumosos el complemento perfecto: Vardon Kennett.

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Vardon Kennett es un espumoso elaborado con las variedades: Pinot Noir, Chardonnay y Xarel·lo.

Vardon Kennett es un espumoso elaborado con las variedades: Pinot Noir, Chardonnay y Xarel·lo.

La gastronomía latinoamericana viste de modernidad sin perder su alma indígena. Mira al pasado y al entorno natural para comprenderse desde la despensa. Lo mejor de mil mundos entre fogones. Historia que se come… y se marida.