Los Rostros detrás del Vino (II): El Enólogo

Puede parecer que durante el mes de mayo (el mismo en que gravamos esta entrevista) la actividad de un enólogo es algo relajada, a la espera del gran momento que estar por venir, donde empieza la acción: la vendimia. Pero no es así. Joaquim siempre anda tras algo, siempre. Cuando nos citamos, lo encontramos en el viñedo, en cuclillas ante una cepa en particular que a nuestros ojos se antoja una cualquiera, como las cientos de cepas que la rodean. Pero, Joaquim -(Quim para los amigos)- parece haber detectado algo invisible a los ojos del no iniciado.

- “Mi trabajo empieza aquí. Hay que seguir de cerca el ciclo vegetativo de la vid… ¡bienvenidos a mi bodega!” -(exclama entre risas)-

Pese a su juventud, Quim es todo un veterano. Lleva en esto del vino toda su vida y lo decimos en un sentido estrictamente literal. Si echara la vista atrás, como tantos oriundos del Penedès, no vería más que viñedos y barricas, herramientas de laboreo de campo y rostros curtidos por el sol y el terruño, porque Quim es de los que mide el paso del tiempo por vendimias y añadas, que como los años, las hay buenas y malas.

Concibe la enología “como una gran cocina”, donde materia prima, trabajo, creatividad y pasión son los principios sobre los que orbita su día a día. Efectivamente, Quim cocina vinos.

Enólogo de raza y vocación, entiende y asume el papel fundamental de la tierra y le concede el papel principal en la obtención de un buen vino. Quim reconoce sin ambages que de su relación con los viticultores ha aprendido lo esencial: El conocimiento vinculado a lo atávico, aquello que une al hombre con la naturaleza. Y es que al fin y al cabo, el hombre es hombre desde que el vino es vino, o viceversa. No acertamos a recordar quién dijo aquello que el vino es el símbolo definitivo de civilización del ser humano como especie…pero sea como fuere, nos atrevemos a subscribir tal aforismo en su nombre.

Pero Quim también es un hombre de ciencia, bien formado, que sabe sacar lo mejor de las técnicas que ofrece la enología moderna. De modo que nos encontramos ante un personaje de contrastes que navega entre la tradición y la vanguardia, paradigma del enólogo del siglo XXI.

Nos alegra saber (y nos reconforta) que Joaquim Massana es uno de nuestros rostros detrás del vino, por lo que a continuación tenemos el placer de hacer las presentaciones: Amigos este es Quim. Quim, aquí unos amigos.