La última cena de Marilyn

Se hacía llamar Jean Leon y era gran amigo de la diva y de otras grandes estrellas del Hollywood clásico. La historia de su vida: bigger than fiction. Alucinante.

El valor del silencio

"Lo que hace fuerte a la gente es saber callar un secreto", decía Jean Leon. Él seguro que silenció muchos, propios y ajenos, y entre ellos, el más comprometido: la última noche de Marilyn (5 de agosto de 1962).

Se supone que Marilyn le llamó porque quería cenar en casa. Él mismo, propietario del famoso restaurante La Scala, le llevó uno de sus platos favoritos: unos fetuccini. De hecho, en la carta, todos los platos hacían referencia a una estrella. Uno de los más recordados era, por supuesto, los fetuccini Marilyn, el favorito -cómo no- del presidente John Fitzgerald Kennedy...

Leon nunca aclaró si aquella última noche estaba sola o acompañada de Robert Kennedy, como se rumoreó, o si su anédota no era otra de sus exageraciones, tanta imaginación echaba siempre a sus historias. Sea como fuere, ¿cómo un español acaba siendo amigo de todo Hollywood y llamándose Jean Leon?

Jean Leon nació en Santander bajo el nombre mucho menos glamouroso de Ceferino Carrión. Su infancia y primera juventud fueron duras: primero perdió la casa en un incendio en 1941 (se mudó junto a su familia a Barcelona) y, después, a su padre y a su hermano mayor en un trágico accidente durante la Segunda Guerra Mundial. Huyendo de la miseria del país, acabó en Francia, donde tras ocho intentos consiguió embarcar como polizón rumbo a Estados Unidos.

De taxista carismático a propietario de un restaurante legendario

Nueva vida, nuevo nombre. En especial si tu sueño es convertirte en actor. Ceferino queda atrás junto a su pasado y se reinventa como Jean Leon en Los Ángeles, tras un tiempo trabajando de taxista en Nueva York con la licencia 3055. (¿No os dice nada la cifra?)

Conoce a Frank Sinatra, que le acaba contratando como camarero en su restaurante Villa Capri. Con carisma, astucia y picardía, acaba haciéndose amigo de La Voz y de clientes como James Dean, Dennis Hopper y Natalie Wood.

Ya tiene su red de contactos, siguiente objetivo: abrir su propio restaurante. A punto está de hacerlo con James Dean, todo está a punto, pero su accidente mortal trunca sus planes. Gracias a un préstamo de su cuñado, Jean Leon abre el que se convertirá en un local mítico: La Scala. Gran relaciones públicas, lo convierte en el 'place to be', un sitio alegre lleno a rebosar de celebrities noche tras noche.

El famoso que revolucionó el mundo del vino

Convertido en un personaje célebre en Hollywood, su mente inquieta ya está ideando un nuevo proyecto: crear su propio vino para los clientes de La Scala. Decide hacerlo en el Penedés, donde deja a todo el mundo patidifuso con su extravagante propuesta: plantar variedades francesas, cabernet-sauvignon y chardonnay. Logra su objetivo y con un gran resultado. Han nacido los vinos Jean Leon, 'made in spain' pero con 'charme' francés.

Corría el año 1963. Por solo un año, Marilyn no pudo catar aquel vino que tanto triunfó en Estados Unidos, hasta el punto que Ronald Reagan lo eligió para celebrar su investidura presidencial en 1981.

Jean Leon murió en 1996, antes de hacer realidad su nuevo sueño: crear una réplica de La Scala en Tailandia, país al que fue a vivir tras el ocaso de Hollywood.

Su apasionante historia puede conocerse mejor visitando la bodega Jean Leon, con una interesante exposición de fotografías y objetos de su fundador (que son a la vez un retrato de ese glamour hollywoodiense), visitas teatralizadas, catas, recorridos por los viñedos... Y si no tienes la oportunidad de ir, hazte con el recomendable documental de Agustí Vila "3055 Jean León".