8 tendencias vinícolas para 2015

Te invitamos a degustar ocho tendencias en un año que se tiñe de color vino; el marsala es el pantone elegido por los gurús de las pasarelas, así que incluso lo vestiremos
1- El boom de lo eco-sostenible
La producción orgánica y respetuosa con el medio ambiente dejará de ser minoritaria para convertirse en el nuevo mantra. Cada vez más concienciados con la naturaleza y con el cambio climático, valoramos muy positivamente el cultivo ecológico frente al uso de componentes químicos y la gestión responsable de la energía y el agua. Respeto a la viña y al terruño y gusto por lo artesano para obtener vinos más buenos y saludables.
2- Experimentar con lo natural
No, no es lo mismo un vino ecológico que uno natural. Estos últimos no contienen sulfitos, no usan químicos ni componentes añadidos ni durante el cultivo, ni durante la fermentación, ni nunca. Se trata de respetar al máximo la tierra y la uva y de mirar las elaboraciones artesanales de antaño: algunos incluso usan ánforas de barro en la fermentación. ¿El resultado? Vinos agrestes, peculiares, que no son fáciles pero sí auténticos. No será una tendencia 'mainstream' sino alternativa, pero seguirá asentándose este 2015, con nuevas marcas y más oferta en los bares (algunos incluso usan su especialización en vinos naturales como reclamo).
3- Las variedades autóctonas recuperadas
En el pasado, las bodegas hicieron grandes intentos por adaptar vides extranjeras en nuestro país. Pero, ¿por qué renunciar a nuestro patrimonio cuando es grande? Cierto es que con la filoxera se perdieron muchas variedades y, desde hace ya un tiempo, los ingenieros agrónomos están tratando de recuperarlas. Muestras desaparecidas, olvidadas o minoritarias, que los expertos en vino aprecian muchísimo. De ahí que uvas como la garnacha o la monastrell se hayan puesto de moda en los últimos años. Los esfuerzos científicos seguirán dando frutos que nosotros veremos traducidos en sorprendentes vinos de autor.
4- El Malbec, aún más grande
La variedad estrella de los vinos argentinos será todavía más reconocida en todo el mundo este año. Lo dice el gurú de los gurús, el señor Robert Parker en Food & Wine: "Esta variedad francesa, que fracasó tan miserablemente en su tierra -Burdeos-, ha alcanzado una sorprendente calidad en Argentina. Asequibles, deliciosos, majestuosos y profundamente complejos, aquellos que ya se están elaborando en viñedos de altura. En 2015 esta uva ignorada tendrá garantizado un puesto en el panteón de los vinos nobles".
5- Vinos ligeros producidos en viñedos de altura
La tendencia por una alimentación más saludable se traduce en un mayor gusto por vinos frescos de bajo contenido alcohólico. Menos madera y sabor más afrutado para un mejor maridaje con nuestra dieta contemporánea. Por otro lado, frente al cambio climático muchas bodegas optan por experimentar con viñedos de altitud, situados en terrenos montañosos. El resultado: vinos generalmente más ligeros... o cómo matar dos pájaros de un tiro.
6- Etiquetas y nombres jóvenes
Huir de esnobismos y acercar el vino al gran público, especialmente al más joven, es el objetivo. Y apostar por diseños creativos y marcas desenfadadas, divertidas e incluso irreverentes, una excelente opción para lograrlo. Internet, el auge de blogs especializados y tiendas online y unas redes sociales más activas, harán el resto. El mundo del vino se democratiza y abre su mente.
7- Fijarse en el productor más que en la D.O.
Las recientes polémicas de bodegas que han abandonado a sus denominaciones de origen han dejado patente que pertenecer a una D.O. no siempre es sinónimo de calidad. Quién hace ese vino y cómo lo hace determina el barómetro de confianza ahora más que nunca. O sea, que busques en la etiqueta el nombre de la bodega y, si te gusta, quédate con él para explorar sus diferentes productos.
8- España está de moda
Al igual que la cocina española, nuestros vinos son tendencia en el resto del mundo. Tradición, calidad, creatividad y una visión moderna son algunas de nuestras aptitudes más apreciadas por los expertos internacionales. Bajo su punto de mira, destacan regiones menos conocidas en el extranjero como Toro, Priorat o Jumilla. Junto a España, también tendrán reconocimiento mundial los vinos del Sur de Italia y de otros países más inesperados como Bulgaria, Rumanía, Rusia, México, China, Japón, Líbano o Turquía. El ‘planeta vino’ se diversifica.
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