5 maridajes [imposibles] que nos vuelven locos

Mucho se ha hablado y escrito sobre el maridaje. En este mismo blog sin ir más lejos… De modo que os avanzamos que en este artículo no encontrareis consejos, técnicas u otra clase de información de objetiva utilidad.

Del mismo modo que todos tenemos nuestros maridajes estrella, también somos legión los que disfrutamos -en la “semi clandestinidad”- de maridajes, cuando menos, poco ortodoxos.

Como somos muy curiosos, pedimos a cinco compañeros/as que nos confesaran sus maridajes más atípicos e imposibles. El resultado, el que sigue:

Top 5 Maridajes [Imposibles] que nos vuelven locos

1. Anchoas del Cantábrico con Santa Digna cabernet Rosé (Chile). (Por Lionel Vigneron, comunicador y enólogo)

“Posiblemente mi maridaje más loco y divertido… A priori y a la vista, no pinta nada bien… pero funciona... ¿La razón? ¡No la hay! supongo que eso es lo atractivo del maridaje. Tus gustos, tus reglas. Lo demás poco importa”

2. Salmos (DOC Priorat) con café. (Por Rafa Moreno, marketing y contenidos)

“Un tinto con cuerpo, un buen café intenso… nada mejor. He convertido en rutina el hecho de reservar la última copa de vino de la comida para el café… (Si, a veces me miran raro….)

Cualquier tinto voluptuoso puede funcionar, pero con Salmos el maridaje cobra una nueva dimensión. Altamente recomendable”

3. Sashimi de atún y Viña Sol. (Por Kati Jauhiainen. Coordinadora sala de catas )

“La intensidad del atún y la potencia del wasabi parece que tengan que ahogar la frescura de Viña Sol, pero nuestro clásico aguanta el tipo. Esta combinación tan explosiva me hace salivar al instante.”

4. Pan con Nutella y Gran Coronas (Por Mark Palacio. Marketing Digital manager)

“No apto para paladares escrupulosos o estómagos sensibles. Mi particular “guilty pleasure” y mi secreto mejor guardado, hasta hoy. Quien haga la prueba, repetirá.”

5. Ensalada con vinagreta de mostaza y Viña Esmeralda. (Por Eva Sancho, comunicadora y enóloga)

“La palabra que me viene a la mente y que mejor lo define sería frescor. Un maridaje que sobre el papel no podría funcionar jamás pero que ya he disfrutado en muchas ocasiones. ¡Y no pienso renunciar a él!

Fuera complejos, afilad vuestros paladares y entregaos a la aventura. Experimentad una y otra vez y encontrareis vuestro maridaje único e intransferible.

Y si ya los tenéis… contadnos, ¿cuáles son vuestros maridajes inconfesables?