10 Consejos para iniciarse en la cata

Quizá alguno de vosotros esté pensando en dedicarse a la cata profesional de vinos, o simplemente quiere dar un paso más allá del “me gusta o no me gusta”. Quizá hayas encontrado en el mundo de los vinos una pasión inimaginable que te lleva a buscar y a probar vinos de muchas regiones diferentes. Quizá seas de los que miras la contra etiqueta de una botella para encontrar una variedad de uva que no hayas catado antes o un tipo de elaboración especial. Quizá un día te diste cuenta de que todos tus viajes iban marcados por paradas para visitar bodegas o pasear entre viñedos. Quizá no pretendas ser profesional pero sí saber cómo puedes aprender más, como aprovechar mejor todo el conocimiento y experiencia que te aportan los vinos.
Estos son mis diez consejos para iniciarse en el mundo del vino a través de la cata:
1- Catar no es distinguir “lo bueno” de “lo malo”. Sin duda, se disfruta mucho más probando buenos vinos, pero también se aprende mucho de los defectos de algunos de ellos. Lo que me gusta o no me gusta solo es una percepción subjetiva, que poco tiene que ver con el vino y menos con la cata. Lo importante es que te preguntes por qué unos te gustan y otros no.
2- La cata es memoria. Se puede tener una buena formación, viajar por muchas regiones vitícolas, probar y catar vinos o uvas, pero todo este esfuerzo no es nada si no lo memorizamos para hacer de la cata un juego de comparaciones. Encuentra tu propio método para intentar retener toda la información que vas acumulando.
3- Concentración y reflexión. A veces, el contexto que nos rodea cuando catamos un vino no es el más apropiado para valorarlo. En una comida con amigos, en una visita guiada a una bodega, ruidos, olores...distorsionan la apreciación del vino. Concentrarse y hacer una reflexión sobre el vino catado es esencial. Intentar valorarlo pero sin olvidar disfrutarlo.
4- Amortiguar la subjetividad. Resulta complicado dejar de lado nuestros gustos personales cuando catamos un vino, pero si queremos valorarlo con rigor deberíamos intentarlo. Para conseguirlo, es aconsejable seguir la valoración de parámetros de calidad, por ejemplo, a través de tu personal ficha de cata. Te ayudará a ser más riguroso con el vino y contigo mismo.
5- Los secretos del vino. La cata es un ejercicio maravilloso lleno de sorpresas. El vino es un líquido encerrado en una botella que solo se expresa cuando nosotros la abrimos. Así que debemos estar alerta cuando lo catamos, concentrarnos en sus olores y sabores, no tener prejuicios y tener abierta la mente para experimentar nuevas sensaciones.
6- Apreciar las particularidades. Cada vino podría ser un pequeño mundo en sí mismo que debiéramos conocer. De dónde viene, quién lo elabora, variedades, método de elaboración, a quién va dirigido, relación calidad-precio...
7- Catar es sentir. Nuestros sentidos son las herramientas que utilizamos para la cata. El paladar, las mejillas, los labios y la lengua que son los que nos van a informar de la textura, fluidez, consistencia, untuosidad o equilibrio. Más que beber, hay que sentir.
8- La cata es más arte que ciencia. Así como cada variedad de uva tiene su personalidad, cada persona que se inicia a la cata aportará su carácter, lenguaje propio y sensibilidad.
9- Ten curiosidad. El signo de interrogación debería girar alrededor de la copa. No hay que dar nada por hecho, ni intentar juzgar. El disfrute y la reflexión son los mejores aliados para aprender. Además, la cata es un acto de humildad ante la equivocación.
10- Sé paciente. No desesperes, aprender a catar y conseguir tu propio método no es ni fácil ni rápido, pero te aseguro que con el tiempo se consigue.