GARNACHA Y EL PRIORAT
Una Relación Perfecta
Celebramos el Día Internacional de la Garnacha profundizando en las características varietales y en la relación idílica que mantiene con los vinos del Priorat de Familia Torres.
Garnacha, la variedad
- En general, la variedad ofrece vinos ricos en alcohol, aromáticos y de jugoso tanino, pero cuando se cultiva en suelos de bajos rendimientos como los de la DOQ Priorat, se obtienen vinos excepcionales, entre los mejores del mundo.
- Respecto a su origen, todo apunta a Aragón. Si bien, el estudioso Valier, aseguró en el s. XIX que la variedad fue de implantación moderna en Aragón, pero que antes de la filoxera se extendió por el sur de Francia, bajo las sinonimias crénéche, grenache o plant espagnol.
- Por otro lado, y respecto a lo etimológico, muchos afirman que debe su nombre al color granate de sus vinos y se recuerda que, ya en 1397, aparecen referencias a un tipo de vino llamado granate.
- Se trata de una variedad de cepa muy vigorosa y resistente a la sequía. Sus racimos son de tamaño medio, compactos, de color negro, con pruina, piel fina y pulpa jugosa.
Cepa en los viñedos del Priorat (propiedad de Familia Torres).
Los sabores de la garnacha clásica nos recuerdan a los frutos rojos (fresa y frambuesa principalmente); con una esencia especiada que torna en aromas de reducción del tipo cuero y toffee cuando envejecen.
¿Por qué el Priorat?
Las particularidades climáticas y orográficas de la zona, sumadas a la historia y cultura de esta tierra, hacen de sus vinos algo único en el mundo. El Priorat disfruta de un clima mediterráneo, pero de influencia continental, en su vertiente más occidental.
- Los inviernos son templados a la luz del día, pero las bajas temperaturas cobran una nueva dimensión por las noches.
- Por el contrario, los veranos son muy cálidos y secos. La ‘marinada’, el viento procedente del mar sopla fresco y húmedo, atemperando las horas de mayor insolación, que son muchas; del mismo modo que el “mestral” sopla en seco, aportando cierto perfil continental.
- Aunque si algo define la personalidad reconocida de los vinos del Priorat es el propio suelo que acuna las vides, la licorella, pizarra de origen paleozoico. En él, las cepas hunden sus raíces en busca de agua. Un suelo difícil y exigente que obliga a cultivar en pendientes pronunciadas que hacen necesarias la creación de las singulares terrazas en laderas escarpadas.
- En sus vinos descansa en la firmeza y elegancia de sus tintos: ricos, especiados, de porte y estructura férrea, expresivos y aromáticos en nariz y una graduación que se muestra tersa y aterciopelada en boca. Vinos cuya herencia y legado señalan a la historia, a su paisaje y su particular cultura para con la vid, garnacha mediante.
- Las mejores vides de garnacha del Priorat se encuentran en terrazas imposibles, riscos escarpados entre los 500 y 700 metros de altura que favorecen bajos rendimientos y una alta calidad final en los vinos.
Los nuevos Priorat paradigmáticos son de color profundo, con alta concentración de taninos y con algo menos de grado de alcohol que sus antecesores del s.XX. Destaca la concentración aromática con una fruta negra y fresca muy presente, así como el uso del siempre elegante roble nuevo francés.
Mas de la Rosa
Mas de la Rosa es la máxima y hedonista expresión de un viñedo histórico de Porrera, de 1,9 hectáreas con cepas de senectud experta de más de 80 años, plantadas en “costers” sobre suelo de licorella y al abrigo de un paisaje de ensueño.
Mas de la Rosa en el viñedo del Priorat (propiedad de Familia Torres).
Si pensamos que las vides entre los 25-30 años ya disponen de un sistema plenamente desarrollado que les permite hundir su esencia radicular hasta partes del suelo más profundas, donde es capaz de extraer reservas hídricas, las vides de Mas de la Rosa que ya bordean los 80 años acumulan en su fisiología experiencia y grandes ventajas, por ejemplo, su alta resistencia a las temporadas secas.
Y es que a menor vigor, más pequeños y concentrados son los racimos. Además, la
la uva es poseedora de más hollejo que pulpa, por lo que será acreedora de más tanino, concentración y expresión varietal, en un menor volumen de mosto.
También, la mayor resistencia a las condiciones climatológicas adversas y al estrés hídrico garantizan una mayor seguridad en la salud y madurez de la uva.
Mas de la Rosa transmite una extremada finura y un estilo fresco, respetando a la esencia frutal, favorecido por la situación de la finca en una zona fría con orientación este. El vino se elabora con suma delicadeza, preservando la pureza y expresión varietal de la fruta. Después, descansa durante 19 meses de crianza en barricas de roble nuevo francés, completando el perfil de un vino sencillamente insuperable.
Perpetual
Perpetual es un vino que nace del tiempo y de la tierra. Viejas viñas de garnacha y cariñena de entre 80 y 100 años plantadas en pronunciadas pendientes de piedra licorella (pizarra) son la esencia de este vino de gran concentración y personalidad. Pequeñas parcelas pertenecientes a viticultores de la zona, ubicadas en varios municipios del Priorat, sobre las que se realiza un exhaustivo seguimiento para garantizar la máxima calidad del fruto. Perpetual es un homenaje al vino de guarda del Priorat, un vino intenso y con carácter, nacido para vencer el tiempo.
Las antiguas vides de garnacha y cariñena que habitan las terrazas imposibles del Priorat ofrecen rendimientos muy bajos, pero de una calidad excelsa.
Perpetual un vino con una crianza de 18 meses en fudres de roble francés, terciopelo púrpura profundo que viste una nariz de fruta negra madura; confitura de ciruelas y con notas de torrefacción de humo y cacao. Todo ello yace en un lecho de fondo mediterráneo, salvaje y conocido, donde el tomillo y eucalipto se acomodan en nariz.
Sus taninos, maduros y redondos nos transportan hacia un final tan largo que parece detener el tiempo, y entonces nos perdemos en sus notas finales de regaliz y caramelo.
Perpetual en el viñedo del Priorat (propiedad de Familia Torres).
Salmos
Salmos refleja la tipicidad de un solo municipio, concretamente de Porrera. Las uvas proceden mayoritariamente de los viñedos propios en la parte alta del municipio, denominados La Giberga, La Solana y La Coma, plantados en terrazas en los años noventa a una altitud que alcanza los 550 metros.
Salmos es un cupaje de garnacha, que aporta sensualidad al vino, y cariñena, que le da cuerpo y estructura. Posteriormente, una crianza de 14 meses en roble francés enmarca y perfila el conjunto. El eterno binomio que hace de los vinos del Priorat algo tan especial, apreciado en todo el mundo.
De atractivo color cereza oscuro. En nariz es intenso e interesante. A su riqueza frutal (confitura de frambuesas) se suma un despliegue de aromas maduros (higos, ciruelas pasas) sobre un fondo que recuerda al coco y al mazapán (almendras). En boca es seductor, elegante, con un tanino finísimo y perfumado que se prolonga en largo discurrir, entre matices tostados y de maderas nobles (roble, cedro).
Salmos con la Vila de Porrera en el fondo.
Secret del Priorat
El vino, erige su armazón organoléptico desde su mezcla varietal (garnacha, cariñena, cabernet sauvignon, merlot y syrah); desde una fruta roja madura, viva y expresiva. Desde sus 12 meses en roble francés que, a modo de complemento, se presta a regalarnos lo mejor de sí, sin protagonismo evidente. Sin estridencias. Una sutileza que se muestra plena en su amable pero persistente paso por boca.
Secret del Priorat, con el viñedo de la DOQ Priorat en el fondo.
De bello color cereza, oscuro y bien cubierto. Poderoso en nariz, con ricas notas frutales que recuerdan a la confitura de cerezas rojas, sobre un delicioso fondo de frutos maduros (uvas pasas, dátiles) y un toque de especias (pimienta negra). En boca es sabroso, ágil, ligero, pero con rica elegancia. Bien construido sobre su tanino delicado y de fina trama. Seductor y con moderna personalidad que busca más elegancia que robustez.
Un vino, en definitiva, paradigma de las elaboraciones del s.XXI, versátil, redondo, pero con un potencial de guarda de entro ocho y diez años. Apto para el copeo distendido entre amigos, pero también como complemento ideal para ágapes a mesa puesta de corte tradicional (carnes a la parrilla, piezas de caza, con salsas de pimienta y especiadas.)
Los vinos del Priorat de Familia Torres son el fruto del equilibrio perfecto entre tradición y modernidad. Una tierra que parece sostenida en sus colinas y terrazas imposibles; en sus bosques de alma mediterránea de enebro, tomillo, pino y romero y en el intrincado mosaico de pizarra que son sus suelos. En su historia y patrimonio. En el tiempo que allí parece detenerse. En su paisaje y en sus gentes.