Tapones: ¿Corcho? ¿Silicona? ¿Rosca?

Cada vez nos sorprende menos descorchar una botella y encontrarnos con un tapón de silicona. Incluso “descorchamos” botellas con tapón de rosca, indicativo muy preciso de que el rey del sellado sigue siendo el tapón de corcho.

¿Pero realmente afecta el tipo de tapón a la conservación y a la evolución del vino? SI, definitivamente.

Independientemente del tipo, los tapones en las botellas son necesarios para la correcta conservación, evolución del vino y su transporte. El vino necesita respirar ya que de esta forma la oxigenación se produce poco a poco y se consigue una correcta evolución. El tapón, en este proceso es un elemento esencial para que el vino llegue en las mejores condiciones a vuestra copa.

¿Pero cómo actúa cada tapón?

El tapón de corcho

· El corcho es un material moldeable y poroso, que se adapta a la botella. Así el oxígeno puede entrar en la botella de forma más o menos controlada en función de la porosidad del tapón, un factor decisivo para la correcta evolución del vino.

· La mejor manera de conservar una botella sellada con tapón de corcho es almacenarlas en posición horizontal, de modo que el tapón se humedezca , lo que permitirá que se expanda y selle mucho mejor.

· A pesar de sus múltiples virtudes, existe un “pero” que es la razón por la que se están estudiando otras posibilidades de sellado de la botella: la posible contaminación de TCA conocido como “olor a corcho”. El TCA (tricloroanisol) es un compuesto que aparece al degradarse los componentes orgánicos -(fenoles)- que están normalmente presentes en la uva, corcho, barricas, etc. y que se combinan con cloro (empleado por algunos elaboradores para blanquear el corcho).

El tapón de silicona

· Los tapones de silicona los podemos encontrar de diversos colores, algunos de ellos intentando simular el corcho y su principal garantía es que el vino queda inerte dentro de la botella, el contacto con el oxígeno es inexistente. De modo que esta opción resulta válida para vinos jóvenes, de consumo rápido.

· No apto para largas crianzas: Es sabido que se la silicona al cabo de 3 años puede empezar a perder volumen, lo que provocaría una evolución muy rápida del vino y por lo tanto la pérdida del líquido.

· Se están estudiando alternativas como tapones de silicona perforados para poder controlar la oxidación del vino, aunque apunta a una buena solución, su elevado coste no permite una estandarización a corto plazo.

El tapón de rosca

· Los tapones de rosca son, sin duda, una solución para los que prefieran practicidad antes que el ritual del descorche.

· Son cada vez más comunes en vinos jóvenes de calidad, la comodidad y su buen precio, son puntos a su favor. Su agrado de aceptación suele ser mucho mayor en países de poca tradición vinícola, en especial el norte de Europa.

· Pero igual que el tapón de silicona, solo es fiable en vinos de consumo rápido. Aunque también se están estudiando tipos de micro perforaciones para una satisfactoria evolución del vino.

Más información en:

http://www.acenologia.com/innovacion/tapones_calidad_inn0913.htm