Viajes sostenibles: moverse sin contaminar tanto

Por: Toni Ulled, beeletter.org
Viajar es una de las mayores fuentes de enriquecimiento personal, pero también una de las actividades que más impacto tiene sobre el planeta. Aviones, cruceros, coches… La explosión del turismo mundial ya es responsable del 8,8% de las emisiones de CO2 y continúa ascendiendo sin freno. La buena noticia es que existen formas más sostenibles de moverse. Cambiar la manera en la que viajamos puede marcar una gran diferencia.
¿Qué es un viaje sostenible?
Es una forma de desplazarse y conocer nuevos lugares minimizando el impacto ambiental, respetando las culturas locales y contribuyendo al desarrollo de las comunidades que visitamos. Porque no se trata de dejar de viajar, sino de hacerlo con conciencia. Y sentido común.
¿Por qué importa cómo viajamos?
El transporte representa casi el 25% de las emisiones globales de CO2, y los desplazamientos turísticos tienen un peso creciente. Optar por formas de viaje más sostenibles ayuda a reducir el uso de combustibles fósiles, protege ecosistemas y mejora la calidad del aire. Por eso es esencial intentar seguir estos puntos:
1. Elige medios de transporte con menor huella
El tren es el medio más sostenible para distancias medias o largas, especialmente en Europa. El autobús es también una buena opción en algunos países. Si debes volar, opta por vuelos directos y compensa las emisiones al comprar el billete. Cuando llegues a tu destino, muévete en bicicleta, a pie o en transporte público.

Viajar en tren.
2. Prioriza destinos cercanos o accesibles sin avión
A veces no hace falta cruzar el planeta para descubrir lugares increíbles. Explorar tu propio país o regiones vecinas reduce la necesidad de vuelos y permite un turismo más pausado, inmersivo y sostenible.
3. Viaja ligero
Cuanto más pesa tu equipaje, más combustible necesita el transporte que uses. Llevar lo justo es una manera fácil de reducir tu impacto.

Llevar mochila como equipaje de tu viaje.
4. Huye del turismo de masas
Los grandes complejos turísticos, cruceros o tours acelerados suelen tener un alto coste ambiental y social. Elije alojamientos pequeños, de gestión local, y experiencias que apoyen la economía del lugar.
5. Respeta la naturaleza y las culturas locales
No recojas plantas, no alimentes animales salvajes, no dejes basura. Escoge guías o actividades que respeten el medioambiente y aprende sobre la cultura local antes de llegar. No dejes rastro. No hagas donde vas lo que no te gustaría que otros hicieran de dónde vienes.
6. Plantéate el ecoturismo
El ecoturismo es una forma de viajar centrada en la naturaleza, donde se prioriza la conservación ambiental y el bienestar de las comunidades locales. Suele implicar alojamientos ecológicos, guías locales y actividades de bajo impacto.

Ecoturismo en medio de la naturaleza.
7. Pequeños gestos que cuentan
Lleva tu propia botella de agua y evita el plástico. Usa apps para compartir coche o alquilar bicis. Alójate con anfitriones comprometidos con la sostenibilidad. Compensa tus emisiones con proyectos fiables como MyClimate o CO2logic.
El turismo sostenible no solo reduce la huella ambiental, sino que puede ser una fuerza positiva para el cambio. Apoya economías locales, protege entornos frágiles y transforma nuestra forma de relacionarnos con el mundo. No hay que volverse loco, no hay que hacer todo lo propuesto, pero sí que hay que ser más conscientes de que a veces, haciendo muy poco, conseguimos mucho.