Rewilding: devolver la naturaleza a la naturaleza

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Por: Toni Ulled, beeletter.org

En un mundo cada vez más transformado por la actividad humana, el rewilding o “renaturalización” se presenta como una estrategia esperanzadora para restaurar los ecosistemas. Más que conservar lo que queda, propone recuperar lo que se ha perdido: devolver animales, plantas y procesos naturales a paisajes degradados para que vuelvan a funcionar por sí mismos.

rewilding

¿Qué es el rewilding?
El rewilding es una forma de restauración ecológica que busca devolver a la naturaleza su capacidad de autorregularse. Implica dejar que bosques, ríos o pastizales se regeneren solos, y en algunos casos reintroducir especies clave —como grandes herbívoros o depredadores— para reactivar dinámicas naturales perdidas.

¿Por qué es importante ahora?
El planeta ha perdido más del 60% de su vida silvestre en los últimos 50 años, según WWF. Muchos ecosistemas ya no funcionan como deberían. El rewilding permite aumentar la biodiversidad, frenar la erosión, mejorar la calidad del aire y del agua, y absorber carbono. También ofrece beneficios para las comunidades rurales.

1. Dejar que la naturaleza haga su trabajo
A menudo, lo mejor que podemos hacer es intervenir menos. Dejar campos abandonados regenerarse solos, permitir que ríos vuelvan a su cauce natural o no cortar árboles muertos son formas de facilitar el reequilibrio ecológico. Por ejemplo, en la comarca de la Matarraña (Teruel), algunos terrenos agrícolas abandonados están recuperando su cubierta vegetal y atrayendo de nuevo vida silvestre sin intervención activa.

2. Reintroducir animales que desaparecieron
Una parte fundamental del rewilding es reintroducir especies que fueron expulsadas o se extinguieron localmente. Estas especies —como bisontes, castores, linces o quebrantahuesos— ayudan a moldear el paisaje y a recuperar cadenas alimentarias. En el Pirineo catalán se ha reintroducido con éxito el quebrantahuesos, que ayuda a reciclar cadáveres de animales y a cerrar ciclos ecológicos. Y en Escocia, se ha traído de vuelta al castor, mejorando humedales y reduciendo inundaciones.

3. Pastar para regenerar: el papel de los herbívoros
Sin la ayuda de grandes herbívoros, muchos ecosistemas sufren exceso de matorral o pérdida de diversidad. Reintroducir caballos salvajes, ciervos o incluso vacas permite mantener abiertos los paisajes y crear hábitats para muchas otras especies. En la reserva de Campanarios de Azaba (Salamanca), se han introducido caballos y vacas de razas antiguas para regenerar el ecosistema.

4. Mejor clima, mejor suelo, más biodiversidad
Al restaurar bosques, humedales y pastizales, el rewilding mejora la captación de carbono, reduce la erosión del suelo y medra la gestión del agua. Es una herramienta poderosa contra la crisis climática y de biodiversidad. El proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico ha demostrado cómo restaurar hábitats de montaña beneficia tanto a la fauna como al secuestro de carbono.

5. Naturaleza y desarrollo rural no son enemigos
El rewilding puede generar nuevas oportunidades económicas a través del ecoturismo, la ganadería extensiva regenerativa o la producción forestal sostenible. Cuando se hace con las comunidades locales, puede revitalizar zonas despobladas. En Portugal, el proyecto Rewilding Portugal trabaja con ganaderos, empresarios y conservacionistas para impulsar una economía basada en la naturaleza.

6. ¿Y si dejamos de “ordenar” tanto la naturaleza?
Podar, controlar, limpiar… Estamos acostumbrados a “gestionar” el paisaje. El rewilding propone lo contrario: confiar en la capacidad de la naturaleza para reorganizarse. A veces, lo más sostenible es no intervenir. En los Picos de Europa, zonas ganaderas abandonadas han sido recolonizadas por osos y lobos, sin necesidad de planes de reintroducción.

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7. Iniciativas en marcha que inspiran

Reescribir el futuro, empezando por los paisajes
El rewilding no es volver atrás, sino mirar hacia adelante con humildad. Apostar por ecosistemas vivos, funcionales y diversos no solo beneficia al planeta, también mejora nuestra salud, economía y bienestar. A veces, para recuperar el equilibrio, solo hay que dar un paso atrás.